Tertulia Fulbright: Liderazgo creativo: un reto de nuestro tiempo

César Díaz Carrera,
Profesor titular de Ciencia Política y
de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid
martes 4 de diciembre 2001
Resumen por Amparo Balaguer

El estilo Bush es un maniqueísmo de la peor escuela que le ha servido para ponerse a todo un país detrás pero es un liderazgo reactivo, tradicional, de amigos-enemigos, buenos-malos, que simplifica y da identidad. Define muy bien la realidad según el viejo paradigma «nosotros somos los buenos» y hace justicia por la vía rápida pero no es proactivo», afirmó César Díaz.

«Sólo le he oído hablar del estado palestino después del 11-S, antes nunca le oí hablar. Si es capaz de convencer a los israelíes de que la capital del estado palestino coexiste con Israel, ahí vería yo el liderazgo de Bush».

Para Díaz, autor de diversas publicaciones y de formación creativa, falta mucho liderazgo, creatividad, buena voluntad. En la actualidad «existe liderazgo pero no poder para ejercerlo», tal y como muestra el conflicto árabe-israelí. Se trata de un liderazgo que genera más problemas que capacidades tiene para resolverlos. Los que gobiernan no son líderes, sostuvo. «Poner ejemplos de líder creativo en política es difícil porque están deformados por todo el proceso. Los hay, y muchos, pero no son públicos a nivel de prensa. No son los que todos conocemos», dijo.

En su definición de creatividad sobresale lo que él denomina «etica evolutiva», algo más que la mera resolución de conflictos, de la crisis. Vivimos un desfase tecnológico y de desarrollo por una parte del mundo y de crecimiento paupérrimo en el resto y es inútil poner el desarrollo tecnológico al servicio de la libertad interior del ser humano si las necesidades básicas no están cubiertas. «Hablar de libertad interior con carencias básicas es poco menos que una falacia», explicó. «Del paradigma del tener en que estamos habríamos de pasar al paradigma del ser en que nos gustaría vivir. Conseguir tener antes que ser. Pero no quedarse en el tener, en una vida subordinada al capital». Pasar del tener al ser requiere imaginación, coraje, compromiso, liderazgo y creatividad.

El papel que el líder juega en este escenario sería el de hacer el tránsito del presente al futuro, definir la realidad, cambiarla. Transformar la realidad que no le gusta en un escenario más atractivo. «A mi me gusta pensar que es visionario, maneja el cambio, es aprendiz y maestro, motiva cambios, es inspirador y arquitecto social», dijo.

Según Díaz, el liderazgo creativo exige cambiar de dentro afuera, requiere otros enfoques, habilidades, destrezas y modos de ver las cosas. Un fuerte compromiso. Crear es reestructurar y para ello hay que desestructurar. El Nuevo Paradigma de Integración-Futuro-Creatividad — en contraste con el Viejo Paradigma de Separación-Pasado-Productividad — lo resitúa en su nueva dimensión, no lo elimina. «No es incompatible con pensar que la creatividad tiene una dimensión ética», insistió. «Hacer algo nuevo también es innovación, pero en la creatividad artística no entra tanto la transformación como en la social».

También señaló que en el proceso creativo la experiencia vale pero no en todas las fases se utiliza, ya que el conocimiento lleva al pasado. Lo que más sirve es desarrollar criterio para saber qué cosas antiguas no son caducas.

Finalmente añadió que el líder creativo es una persona capaz de operar cambios en lo personal, organizativo y societal, «aunque personalmente no creo en los que pretenden cambiar el mundo y no cambiar aspectos en sí mismos» dijo. «Esto incluiría ser consciente de las creencias falsas y los autoengaños; cambiar la percepción del entorno es distinto de cambiar el mundo». «Y aunque parezca sencillo», advirtió, «el liderazgo es un asunto complejo». «Me gusta pensar que el lado creativo tiene que ver con la simplicidad del otro lado de la complejidad». «¿Qué hubiera ocurrido en la época de los Reyes Católicos en España de mantener a judíos y moriscos? ¿Hubiera sido posible conquistar las Indias desde el pluralismo cultural…? ¿Cómo hubiera podido ser la historia de España? Esa es una pregunta que a mi me entretiene… Nunca lo sabremos»,dijo.