Tertulia Fulbright: Filosofía de la Ciencia en el siglo XXI: de Thomas Kuhn a Ian Hacking

Dr. Mauricio Suárez,
Lecturer in Philosophy, University of Bristol
martes 5 de marzo de 2002
Resumen por Amparo Balaguer

Hay una cierta contradicción en la obra de Kuhn», afirmó Mauricio Suárez, filósofo de la ciencia. «La noción de que el cambio de paradigma cambia el mundo y que, en la transición entre teorías, muchas cosas permanecen iguales e inalteradas, es compatible con el Nuevo Experimentalismo». «¿Cómo cambia el mundo al cambiar un paradigma?, preguntó. «Lo que cambia es nuestra descripción del mundo, no el mundo físico».

Suárez citó la controversia que abrió el debate sobre la racionalidad científica en los años sesenta: la noción de que cuando los paradigmas científicos cambian, el mundo cambia incomensurablemente. «Idea que los racionalistas de la London School of Economics atacaron como dogma peligroso», subrayó.

Y en su exposición intentó demostrar cómo las críticas a la obra de Kuhn (pesimismo, irracionalismo científico, relativismo e idealismo) dependen «sensiblemente» de la imagen de la ciencia que imperaba aquellos años; cuando el lenguaje científico se dividía en lenguaje de observación y lenguaje teórico. «Kuhn descubrió que la observación científica está cargada de teoría.», dijo. «Y las críticas que recibió fueron resultado de la combinación de su descubrimiento con la imagen de la ciencia que tenían los filósofos de la época».

En cuanto al Nuevo Experimentalismo dentro de la Filosofía de la Ciencia, Suárez explicó que gran parte del conocimiento científico deriva de los fenómenos, no de la teoría explicativa ni de la observación. Y que es posible ver la obra de Kuhn a través de este experimentalismo, más contemporáneo, «donde surge otro Kuhn que propone tesis menos radicales, más obvias y verdaderas».

Kuhn argumenta que el contenido del conocimiento científico no está sólo en las teorías de la ciencia, sino en la descripción de fenómenos no observables y que la ciencia es una sucesión de matrices disciplinarias,añadió.

«Al final de su vida hablaba de matrices disciplinarias. Lo que le interesaba realmente», dijo. «Concepciones generales del mundo y cierto tipo de entidades científicas acompañaban a esa distinción».

Suárez concluyó haciendo un breve repaso a cómo el libro «Structure of Scientific Revolution» responde a las críticas que recibió el filósofo.