FALLECIMIENTO DE ASOCIADO LORENZO RODRIGUEZ DURANTEZ (PRESIDENTE ASOCIACIÓN FULBRIGHT 1991-1999)
Publicado el 28 octubre 2023 | Archivado en Otras noticias | 14 comentarios
Es con gran pesar que os comunicamos que nuestro querido asociado Lorenzo Rodríguez Durántez nos ha dejado esta madrugada. Se ha ido en paz y tranquilo, sin dolor y rodeado de su familia. Se celebrará una misa mañana 29 de octubre a las 16.00 h en el Tanatorio La Paz en Tres Cantos. A continuación, a las 17.00 h, el cuerpo será incinerado en el mismo sitio.
Lorenzo nació en Riberos de la Cueza, Palencia, en 1938. Tras terminar sus estudios de Licenciatura en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, continuó su formación con un Máster en Estudios Superiores Europeos en la London Marketing Academy (1964-1965). A continuación, ganó una plaza por oposición al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Como tal se incorporó como Subdirector General de Recursos al Ministerio de Educación y Ciencia, y también de 1976 a 1981 obtuvo la plaza de Gerente General de la Universidad Complutense de Madrid. Algo más tarde fue destinado como Agregado de Educación a la embajada española en Suiza, y mientras estaba allí recibió una Beca Fulbrigh para cursar un Máster en Educational Administration en la Universidad de California, Berkeley, (1988-1991), con estancias cortas en Stanford y Harvard. Al volver a España, se incorporó como Gerente a la Fundación General de la Universidad Autónoma de Madrid, después como Gerente al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, posteriormente como Gerente a la Real Academia Española, y finalmente también como Gerente a la Fundación Caja Duero.
Lorenzo creía profundamente en el asociacionismo y estaba convencido de que era muy bueno que el talento se reuniera para prosperar (“lo mejor de la asociación son los becarios, no los presidentes”), así que colaboró en la fundación de la Asociación de exbecarios Fulbright de España en 1990. Enseguida se convirtió en su segundo presidente (1991-1999), y comenzó su tarea de hacer que los estatutos de la Asociación Fulbright se convirtieran en acción. Ideó los capítulos regionales y diseñó muchas de sus actividades como las tertulias mensuales. Consciente de las dificultades que la vuelta a casa suponía para los exbecarios, creó las comisiones que recibieran, acogieran, orientaran y algunas veces consiguieran trabajo a los retornados, así como las cenas bianuales de despedida y recibimiento de becarios. Promocionó la visibilidad de la Asociación en la red social de entonces, la revista Fulcro. Insistió tenazmente en el poder de la unión promoviendo los encuentros nacionales entre exbecarios y los contactos internacionales, para, por ejemplo, terminar su mandato liderando la organización del Encuentro Internacional Fulbright en Toledo en el año 2000. También fue el impulsor de la idea de que la Asociación debía recaudar una Ayuda para complementar una Beca Fulbright, sobre el espíritu de “la alegría de devolver” lo que la experiencia Fulbright nos había aportado. Lorenzo trabajó infatigablemente en fomentar y transmitir visión y entusiasmo para impulsar una asociación que fuera espacio de celebración y cultivo de la experiencia Fulbright, prestando servicio eficaz al desarrollo de los programas de intercambio cultural y promoviendo el entendimiento entre las personas. En palabras de Lorenzo, todo esto era posible porque se basaba en la singularidad de que la experiencia Fulbright era una “long life experience”, y no un simple acto administrativo.
Para muchos de nosotros, Lorenzo ha sido como un padre o un hermano mayor, alguien que te aconsejaba y te guiaba en muchos aspectos de la vida, a la vez que se alegraba mientras te observaba caminar, abriéndote su casa y regalándote su rico patrimonio intelectual. Era inmensamente culto, y a la vez llamativamente humilde. Tenía la dulzura de la palabra y la diplomacia de la experiencia. Su bonhomía le hacía imprescindible a la hora de apaciguar conflictos, invocando esperanza en nuestro propio valor, y siempre transmitiendo calor con sus sinceros abrazos. Por eso ahora nos sentimos huérfanos y extraños ante la marcha sin retorno de quien ha sido un referente fundamental del espíritu Fulbright. Sin embargo, Lorenzo puede descansar tranquilo, pues su incansable labor todos estos años ha logrado sembrar en todos nosotros su sólida creencia de que nuestro proyecto de asociación merece la pena, y ha conseguido convertirnos en embajadores de la idea de que somos un sencillo y pequeño ejemplo de “sociedad de ciudadanos”, modesto en sus medios, pero ambicioso en sus fines.
Descansa en Paz, Lorenzo.
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Lorenzo era una persona maravillosa, luminosa, culta, afable, que te escuchaba y te aconsejaba.
Ha sido y será uno de los grandes referentes de nuestra Asociación, y siempre recordaré su elocuencia.
Lorenzo, te recordaremos siempre. Mis condolencias a su familia y allegados por su gran pérdida.
Se ha ido un gran amigo. Un amigo de treinta años, con el que hemos pasado muchos momentos memorables y con el que también hemos disfrutado mucho. Y del que, al mismo tiempo, hemos aprendido muchísimo… Pues treinta años es mucho tiempo y él era un gran maestro.
Conocí a Lorenzo en su casa, en 1992, a donde me había llamado para pedirme que colaborara con la Asociación, creada hacía poco, de la cuál él era Presidente. Me convencieron desde el principio sus puntos de vista y estuve ocho años de Secretario mientras él era Presidente. Con Lorenzo, la Asociación llegó a su edad adulta, pues fueron fruto de su visión y esfuerzo, la mayor parte de los proyectos actuales de la misma.
Aparte de su generosidad, bonhomía y talento, desde el punto de vista profesional Lorenzo destacó siempre por su vocación de funcionario en el mejor sentido anglosajón, es decir, como «civil servant». Y como servidor público trabajó de gerente en la Universidad Complutense de Madrid y en el Ministerio de Educación, donde la ley de reforma universitaria que redactó, cambió para siempre el paisaje universitario de España, al permitir el acceso a la universidad de la gran mayoría de los españoles, y no solo de una minoría de elites.
Llevado por ese mismo afán de servicio público, a la vuelta de su beca Fulbright en EEUU aplicó con gran éxito lo que había aprendido allí en la Fundación de la Universidad Autónoma, consciente como era de la gran importancia para el país de una educación superior de calidad. Después, su paso por la Real Academia Española transformó una institución que con el tiempo se había quedado anclada en el pasado. La creación de una Fundación pro RAE, y el conocimiento que había adquirido en EEUU sobre captación de patrocinios públicos y privados, permitió a la Academia acometer proyectos de gran envergadura, como por ejemplo la finalización, pendiente durante largo tiempo, del Corpus del idioma español. Con Lorenzo, RAE pasó a disponer de una infraestructura financiera que la cambió radicalmente.
A continuación, siempre preocupado por dedicar sus esfuerzos para obtener los mayores beneficios
para la sociedad española, y consciente de las tremendas dificultades que nuestro compañero Fulbright Mariano Barbacid, recién vuelto de EEUU, podría encontrar en su tarea de realizar en nuestro país investigación oncológica de calidad internacional, Lorenzo decidió dedicar toda su energía durante muchos años a garantizar que el instituto CNIO y la investigación oncológica española fueran un éxito. Empeño en el que continuó en cierta medida incluso después de dejar su puesto de gerente en CNIO, y también después de jubilarse.
No será nada fácil seguir con nuestras actividades sin la presencia de Lorenzo, pero, en todo caso, su recuerdo nos acompañará siempre y nos ayudará a ser mejores.
La experiencia Fulbright para muchos de nosotros fue transformadora no solo a la ida sino, casi aún más, a la vuelta. Lorenzo entendió esto antes que nadie y fue capaz de importar el espíritu asociacionista norteamericano, combinarlo con usos españoles, y crear una organización única que ha enriquecido la vida de cientos de becarios retornados a España y les ha ayudado a aportar valor a España en todos los campos académicos y profesionales. Lorenzo era elocuente, perspicaz, amable, divertido. Un ejemplo de dedicación y servicio a la sociedad, de iniciativa y colaboración, que dejará una huella imborrable en la Asociación y en la sociedad española. Descansa en paz, querido amigo. Abrazo muy fuerte, y gracias.
Querido Ángel, te felicito por el entrañable recuerdo a tu compañero Lorenzo. Un fuerte abrazo.
Lorenzo:
Nos has dejado físicamente , pero tu memoria perdurara. Pude compartir por los 90 , tu amistad y tu apoyo para activar el capitulo catalán.
Ha sido una gran oportunidad de aprender , de tu trayectoria, y ser un gran modelo, para las futuras generaciones.
Te encontraremos a faltar
Lorenzo ha sido una persona de las que ves que hacen mejor el mundo que las rodea. Amable, culto, siempre proactivo, dispuesto siempre a ayudar.
Una gran persona a la que los que le conocimos no olvidaremos con facilidad.
Descansa en paz, amigo, porque te lo has merecido
Una gran pérdida para la comunidad Fulbright y también para el mundo en general. Lorenzo era simplemente grande en su fantástica combinación de inteligencia, bondad, compromiso, energía, liderazgo, … Cuánto nos faltan hoy en día personas como él.
Coincidí con Lorenzo cuando fue seleccionado para dirigir la la recientemente creado Fundación General de la Universidad de la Universidad Autónoma de Madrid, yo ocupaba el trabajo de Vicerrectora de Relaciones Internacionales e Institucionales.
Juntos iniciamos una etapa apasionante dirigida a la canalizar la ayuda que nos ofrecían instancias externas a la UAM: empresas, instituciones internacionales….
Siempre ofrecía una solución viable a los problemas, siempre aplicaba el sentido común a las cosas. Fue un auténtico placer trabajar juntos.
Dear Fulbright friends
It is with great sadness that I read about Lorenzo‘s passing. Please accept my sincerest condolences.
Lorenzo and I met for the first time at the Fulbright alumni meeting in Brussels in 1993 which was I believe the first European Fulbright meetings. We then both participated in the first working meeting of 5 European Fulbright Association‘s representatives in Paris in 1996 where the two of us were President of our national FA. The Paris meeting was followed by another working meeting of European FAs in Straßburg in 1998 where the Spanish contingent decided to organize Toledo 2000. And what a fabulous meeting that was! Thanks to the work of Lorenz and wonderfully engaged Spanish Fulbrighters.
I have very fond memories of all my encounters with Lorenzo in the past 30 years and will miss his kindness, enthusiasm and humor dearly.
Sincerely,
Wiltrud
Past President of the German Fulbright Association
Me ha apenado mucho la marcha de Lorenzo. Era una persona entrañable y optimista que tenía una gran fe en las personas y en su capacidad de transformar las cosas. Un abrazo a todos
Hay partidas que rasgan un mundo. La tuya, Lorenzo, lo ha hecho con el nuestro, con el de una asociación que tú contribuiste a crear y que contigo como presidente alcanzó sus momentos más bellos. Es cierto: hace tiempo estabas preparando tu partida. Tu ausencia iba calando en nuestros corazones, aunque no lo verbalizáramos. Pero siempre, siempre, esa ausencia era presencia de vacio.
Nos conocimos el día q Claudia, de la Comisión Fulbright, nos hizo la entrevista de selección para la beca. Un momento, junto a una cerveza, que inauguraba los muchos momentos que la asociación ha propiciado y que tu liderazgo, impulso y generosidad hizo que fuese una experiencia de vida.
Tenías, Lorenzo, el poder de la palabra. Ahora siento que la mía no sepa reflejar los sentimientos de gratitud por haber hecho que cada uno de esos momentos fuese único e irrepetible.
Tenías, Lorenzo, la capacidad de hacer y de allanar caminos. Espero que ellos sigan llevándonos al destino que diseñaste.
Siempre en nuestro recuerdo,
Soledad Bravo
“La muerte no se lleva a los seres amados. Al contrario, los guarda y los ennoblece en la memoria.” – François Mauriac
Querido Lorenzo,
Desde que nos conocimos en un encuentro para becarios Fulbright en Washington DC en la primavera de 1990, hemos compartido una relación de amistad y complicidad entrañables.
Quizá no lo sepas, pero en tu etapa como presidente de la Asociación, me diste una lección permanente de diplomacia y de saber estar. Siempre he apreciado tu curiosidad intelectual, tu sana socarronería y sentido del humor y he disfrutado mucho con nuestras conversaciones filosóficas y literarias.
Recuerdo también con especial cariño el viaje de fin de semana a Albarracín para preparar un encuentro nacional de la Asociación, las reuniones de los martes en el café Molière, las cenas en el Pulcinella así como la preparación del encuentro Fulbright europeo en Toledo.
En el plano personal, también me vienen a la memoria un inolvidable fin de semana con la familia de tu hermano Ángel en Palencia, nuestras visitas a exposiciones de arte en IFEMA y nuestros paseos por los montes del Pardo cada 31 de diciembre para hacer balance de lo ocurrido a lo largo del año.
No he podido despedirte personalmente pero nunca olvidaré todo lo que he aprendido de ti.
Siempre estarás en mi recuerdo, querido amigo.
Gracias por todo.
Isabel
En recuerdo de Lorenzo Rodríguez Durántez
Se nos fue un gran amigo, Lorenzo Rodríguez Durántez, al que tuve el privilegio de conocer hace más de treinta años, en diferentes fases de mi vida. Pude disfrutar de su amistad, principalmente en la época en que yo vivía en Madrid, pues luego, desde que me fui a Cádiz, prácticamente sólo volvimos a coincidir cuando asististe al encuentro que organizó Agustín Guimerà, en donde arrojamos emotivamente una corona de flores al mar, desde el Faro de Trafalgar, en recuerdo de aquella batalla.
Fui fundador de la Asociación y creo que a Lorenzo lo conocí casi inmediatamente después de crearse. Entonces estaba Carmen Varela, aquella presidenta gallega, tan simpática, y que tanto hizo también por la Asociación y que, desgraciadamente, se nos fue de una forma muy rápida. Si no me falla la memoria, fuiste tú el que la sustituiste. Fue una época muy activa, y recuerdo varios viajes muy interesantes y simpáticos en los que tuve la oportunidad de disfrutar de todas las cualidades, que tan bien ha descrito de ti Isabel Menéndez: “tu curiosidad intelectual, tu sana socarronería y sentido del humor…”. Recuerdo un viaje que hicimos a Galicia con varias excursiones, comidas y tertulias en el pazo donde nos hospedábamos. Otras en Guadalajara, en donde tu buen amigo, Lauro Olmo, nos deleitó contándonos todo lo relacionado con el histórico pueblo de Pastrana. Siempre me recordabas, con tu fino humor, el cabrito que nos prepararon en aquel pueblecito de Guadalajara, Tomellosa del Tajuña, en donde yo me había comprado una casa. Compartí una cena contigo y con el escritor Torrente Ballester, tras una tertulia que creo que organizó Carmen Varela en el Círculo de Bellas Artes. Allí me di cuenta de tu extensa cultura literaria y filosófica y tu agradable y diplomática manera de tratar con las personas. Como muy bien te definió tu fiel amigo Ángel Álvarez, destacaste siempre por tu vocación de alto funcionario, en el auténtico sentido anglosajón, es decir, como “civil servant“, en los diferentes puestos tan interesantes que ocupaste.
Me viene a la memoria, pues siempre lo sacábamos ambos a colación cuando nos encontrábamos distendidamente, aquel trabajo que “me pediste” que realizara, sí o sí, y al que por supuesto no me pude negar. Fue en el encuentro Fulbright europeo, organizado por el recién nombrado presidente, Mariano Gómez Aranda, y en donde tú tuviste un papel muy importante. Todo comenzó a las mil maravillas, hasta que sucedió un imprevisto, que estuvo a punto de arruinar el encuentro. “Simplemente” fue que se cortó el agua en el colegio mayor en donde nos alojábamos, un día de fiesta, en vacaciones de verano, con un calor tremendo y en donde no había forma de encontrar a algún responsable que lo solucionara. Mientras tú estabas en las sesiones que presidías, con Mariano, yo moví Roma con Santiago, no sé cómo, y conseguí un fontanero que arreglara todo el asunto del agua en el colegio mayor. Nos reíamos cuando te dije, sacando mi humor cartagenero, que había sido el trabajo menos brillante que había realizado para la Asociación Fulbright, pero, sin duda, el más eficiente. En la cena de despedida tuviste unas cariñosas palabras hacia mí por la labor realizada, y en las que “engañaste” a la audiencia (extranjera, claro), diciendo que lo había solucionado con mis conocimientos hidráulicos de ingeniero de caminos, canales y puertos. ¡Qué arte tenías!
Desgraciadamente, coincidimos ya muy poco, desde que me mudé a Cádiz, y sólo te volví a ver en las tertulias. Recuerdo que le pedí a Ángel tu teléfono, pues me apetecía charlar contigo un día. Incluso visitarte en tu casa de Palencia, de la que tanto nos hablabas.
Ya fue muy tarde, como pasa siempre en esta vida, cuando posponemos las cosas de un día para otro, sin pensar que la vida fluye demasiado aprisa. Fue cuando el bueno de Ángel me dijo que el Lorenzo que nosotros dos conocíamos, desgraciadamente, ya no era el de ahora, y me explicó cómo te encontrabas. Querido Lorenzo, siempre estarás en nuestro recuerdo. Gracias por todo lo que hiciste y por tu amistad.
Gregorio Gómez Pina
Lorenzo Rodríguez Durantez
«UN MONUMENTO A LA HUMANIDAD»
GRACIAS, SIEMPRE.
Susana Sánchez Elvira