Tertulia Fulbright de julio 2012: Ajedrez, ¿el ocaso del juego infinito?
El ajedrez forma parte de nuestra cultura. Esta presente en el lenguaje, en la literatura, en el cine e incluso en la pintura y la escultura. Es objeto de estudios historicos y libros, piezas, tableros y todo tipo de elementos relacionados con el ajedrez son objeto de coleccion. Tambien la publicidad emplea el ajedrez como reclamo, normalmente asociado a unos valores especificos. Se puede decir que el ajedrez tiene un cierto prestigio social asociado, de forma generica, al concepto de “inteligencia”.
Sin embargo, el ajedrez como practica deportiva parece acercarse a un momento critico. Vivio una verdadera edad de oro en los años 70 y 80 del pasado siglo con una fuerte pujanza economica, alentada por la enorme atencion mediatica que suscitaron los grandes campeones de la epoca (Fischer, Karpov y Kasparov).
A partir de los años 90, debido a una serie de circunstancias relacionadas con hechos muy concretos, la informacion sobre ajedrez ha ido desapareciendo de los medios de comunicación tradicionales, excepto cuando se trata de relatar las rarezas de tal o cual personaje, incidiendo en un topico negativo del ajedrecista.
A su vez, esto ha disuadido a los patrocinadores y ha generado un considerable endurecimiento de las condiciones de vida de los profesionales del ajedrez, a excepcion de una reducidisima elite. En cambio, entre los aficionados se esta produciendo un rapido cambio generacional, con la entrada de numerosos jovenes que han encontrado en Internet el medio ideal de transmision del ajedrez.
¿Debe (y puede) evolucionar el ajedrez, un juego cuyas reglas no han variado sustancialmente durante casi 500 años, para adaptarse a los retos de los nuevos tiempos? ¿El ajedrez va a ir declinando lentamente hacia su desaparicion? o, por el contrario, ¿se pueden abrir nuevos campos de interaccion del ajedrez con la sociedad que le rodea?